Personalmente creo que el nombre a esta tarta le viene al pelo: “tarta del diablo”. Posiblemente el que la inventó sabía lo que se traía entre manos: La tentación en forma de tarta y con mucho chocolate. Que no os asuste el nombre, esta tarta es una maravilla. Se caracteriza, además de por tener cantidades ingentes de chocolate, por tener un bizcocho húmedo y brillante. En la receta original se lo da el almíbar, pero ahora veréis con qué nos apañamos nosotros. Además tiene un relleno de trufa de chocolate y un frosting con aún más chocolate. ¿Quién da más? es la tarta perfecta para los amantes y adictos al chocolate, perfecta para celebraciones de fiestas, cumpleaños, aniversarios con unas cuantas fresas… o bueno, lo que yo llamo “tarta porque sí”. Cualquier fiesta sirve excusa para una tarta como esta. Algunos posiblemente la recordéis de la peli de “Matilda” (¡qué recuerdos!)
Elaboración
– Mezclamos el zumo de limón con la leche y dejamos reposar 5 minutos para formar el buttermilk.
– Mientras, batimos con unas varillas los huevos con el edulcorante, hasta que blanqueen y estén espumosos. Esto le va a aportar a nuestro bizcocho mejor aspecto. tardaremos unos 5 minutos en conseguirlo.
– Añadimos a la mezcla el buttermilk, el agua caliente, aceite de coco y esencia de vainilla y mezclamos hasta integrar.
– Vamos a hacer la mezcla en un bol a parte de la harina de avena con el caco en polvo y la levadura. – La añadimos a la mezcla húmeda tamizandola, para asegurarnos de que queda bien integrado.
– Tenemos que conseguir una masa lisa y sin grumos.
– Vertemos en nuestro molde y metemos en el horno a 180 C durante 30 minutos.
– Una vez listo, dejamos enfriar en el molde 10 minutos y desmoldamos para que enfríe por completo sobre una rejilla.
– Mientras se enfría vamos a preparar el relleno.
– Para el relleno montamos la nata con el edulcorante.
– Cuando empiece a espesar, y con cuidado de no pasarnos o conseguiremos formar mantequilla, vamos a añadirle el cacao en polvo. Es preferible que lo tengamos tamizado porque tiende a formar muchos grumos.
– Si el bizcocho aún no está frío reservamos la mezcla en la nevera.
– Cuando el bizcocho esté frío lo cortamos en tres de forma longitudinal. Intentamos que sean iguales. Manejalo con cuidado para que no se rompa.
– Aquí viene el truco para que quede tan vistoso y húmedo como en la foto: El sirope de agave. Para montar la tarta colocamos un bizcocho en la base, pintamos con sirope de agave y ponemos una capa de relleno. Repetimos lo mismo con el segundo bizcocho. En el caso del tercero, lo colocamos y pintamos con agave, pero no cubrimos con relleno.
– Para la cobertura, derretimos nata con chocolate a intervalos en el microondas y removemos bien hasta que esté todo integrado y tengamos una crema chocolatosa y brillante.
– Cubrimos toda la tarta.
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