La tarta de calabaza, o Pumpkin Pie, es uno de los postres americanos por excelencia. La típica tarta de otoño, cuando las calabazas están de temporada y todo se llena de canela. Para mí ya forma parte de mis inprescindibles y en casa es una de las tartas favoritas. Es una receta muy simple y que necesita pocos ingredientes… eso sí, lo imprescidible para que quede perfecta: las especias de calabaza. ¿Te animas a hacerla?

Elaboración

– Es una tarta muy sencilla. En primer lugar necesitamos una hoja de hojaldre de buena calidad. Comprueba al comprarlo que sea de mantequilla. Lo colocamos cubriendo la base del molde, ajustando bien los laterales para que quede bien pegadito. Con un tenedor lo pinchamos por toda la base. Si es posible le colocamos peso a la masa, para evitar que suba. Yo lo que tengo son unos garbanzos en casa, que siempre los uso para esto. Los coloco sobre la masa antes de introducirla en el horno.

– Metemos la masa en el horno a 200 ºC durante 10 minutos.

РMientras tenemos la masa en el horno mezclamos los ingredientes del relleno. Echamos todos en un bol y batimos con ayuda de unas varillas, hasta integrarlo todo y tener una mezcla homog̩nea y sin grumos.

– Cuando saquemos la base del horno, bajamos la temperatura a 175ºC. Vertemos la masa del relleno en el molde sobre la base y volvemos a meter en el horno durante 45-50 minutos. A mí me gusta sacarla cuando el centro todavía está un poco tembloroso, me parece que queda más cremosa. Si la quieres más densa, déjala en el horno 5- 10 minutos más.

– Deja enfriar la tarta a temperatura ambiente.

– Monta la nata del topping con un poco de edulcorante, y añadela cuando la tarta esté fría por completo.

РCons̩rvala en la nevera.